sábado, febrero 04, 2006

 
Los sábados se instalan en el centro de Uxbridge1 personas que venden productos agrícolas y semi-artesanales. Caminando por ahí hoy me encontré con algo espectral-polar, un hortelano tautológico: Vendía tomates a una libra por libra.

No he recibido ninguna carta de un tal Jacinto Aldea, de Cobquecura, que diga lo siguiente:

Estimado Leonardo:

Quisiera manifestar que lo que usted halló en el centro de Uxbridge, a la luz del tercer principio de la termodinámica, debe estar a cero grados Kelvin. Por lo tanto no es tan solo una singularidad comercial, sino también una singularidad física.

Y he aquí que esta observación de Jacinto Aldea llevaría implícita, como corolario, una paradoja adicional: Enfriar esos tomates hasta el cero absoluto cuesta infinito. Pero tomates así, incomibles, valen nada. Las falacias nunca vienen solas2.

1. El barrio de Londres donde vivo.
2. Debería ser más preciso aquí, pero debo recordarles que no siendo siquiera matemático (sino matlabático) no hay esperanza de que les pueda orientar en el buceo por las profundidades de la lógica.


Comments:
dire solo un pensamiento, Cuando las leyes de la matemática se refieren a la realidad, no son ciertas; cuando son ciertas, no se refieren a la realidad.

por ende, sera necesario creer las falacias concedidas

ngrd
 
Saludos Leíiiiiiiiiiiiiiiiito!!!
Te extrañamossssssssssss!!! bye bye

http://spaces.msn.com/members/damarisduran
 
Ese bellísimo tomate me hizo recordar un sueño que tuve hace aproximadamente dos años atrás,(en general son sueños premonitorios), en mi sueño una persona muy querida me regalaba 6 tomates muy similares al que muestras en la fotografía. Tu dirás que tengo que ver en esa historia, pues nada, sólo asociación de ideas.
 
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