miércoles, febrero 08, 2006

 
Yo le diría a cualquiera que quisiera venir a pasar un par de meses por aquí, en el ¿departamento?1 de matemáticas de la universidad de Brunel, que sepa que pagando una pequeña cuota de cinco a diez libras puede tomar todo el café2 que quiera desde la sala de relajo que hay acá. Pensando en que, por decir algo, el diario del domingo cuesta 1.3 libras, esto es una relativa ganga.

Cuando algo se escapa de proporción, como lo del párrafo anterior, siento una ligera incomodidad. Es que en esto de la matemática computina (por lo menos, la que yo hago) lo que uno siempre intenta es que las cosas no se disparen. Que se mantengan controladas. Es como si en el mundo propio3 de los objetos matemáticos las cantidades tengan como única aspiración tender a infinito o a cero. Y a menos que uno con pala y picota pase horas excavando para hallar cotas para las cantidades, se dispararán. Desde la pantalla del computador le sacan la lengua a uno.

Me di el lujo de armar una pequeña ilustración de lo que hablo.



Una nube de testigos confirma la cota que era fácil de probar4. Pero la de abajo no parece existir. Los sucesivos mínimos caen como martillos en la tierra y plumas en la luna.
YO: Espejito, espejito, ¿quién es el más sediciosito?
ESPEJO: ¡Ay, los triángulos revoltosos suelen ser los más filosos!5
¡Computante! No había cota. Hiciste cota al acotar. Los sucesivos mínimos caen como pétalos de flor cerezo6.


Acerca del autor: Leonardo Figueroa es lectura obligada para quienes se obligan a leerlo.

Compuso esta obra mientras estaba exiliado en Londres, a la manera de Miranda, San Martín y O'Higgins, por un lado, y de Salman Rushdie, por el otro.

Su sensibilidad para captar la condición humana en la condición de las matrices le valió el unánime (aplauso o incomprensión o indiferencia) de la crítica. Gran lector de los clásicos como Raviart, Yosida, Ciarlet o Borges, tuvo la astucia de zorro de Rulfo, para escribir casi nada.

Se le suele hallar en la oficina, excepto a la hora de almuerzo y en la noche.


1. No acabo de entender la organización administrativa aquí.
2. Para los cobardes y los que ya tomaron demasiado café hay té y otras infusiones de hierbas. Hay una cajita con la etiqueta en alfabeto cirílico. Me intriga. Hasta ahora no he probado ningún té notable en esta isla. Bueno, parte de la culpa la tiene el que realmente tomo poco té y que cuando compré el primer día me traje la caja familiar de la marca propia del supermercado, que vale lo que cuesta: Es decir, poco.
3. Discutir si hay tal cosa es para perros de otro calibre, pero yo me sospecho que casi no.
4. Si miran bien hay unos pocos que asoman la cabeza por encima de la recta teórica, y por lo tanto, incuestionable. ¿"Duro con él, Fidel"?. De ninguna manera. Antes bien, es la integración numérica, inherentemente inexacta, la que provoca aquellos casi inocuos efectos secundarios.
5. http://www.fln.vcu.edu/mm/mmmenu.html. Lástima que no esté en español también.
6. http://en.wikipedia.org/wiki/Sakura

Comments:
Algo no cuadra en el precio del café. Yo esperaba una tasa de café (no taza, je), tasa temporal, para ser más específico, pero el bitacorista especifica una cantidad fija. Así no puedo comparar con el costo típico de un diario ("A qué te compararé, amada mía?"), a menos que se subentienda que se usa el mismo intervalo del diario,o sea, diario. Cuatro o cinco libras por día, todo el café que uno quiera... puede ser. Me pregunto si es eso lo que autor quiso escribir.
 
Estimado anónimo:

El cobro aludido se hace una o dos veces por año, cuando se acaba el café y las otras cosas que tienen en la sala de relajo. Pensando en la aproximación (razonablísima) 1 año = infinito, resulta que la tasa-precio del café es asintóticamente cero. Es decir, por una cantidad finita de dinero, obtengo, olvidándome de unos términos alto orden que nadie pesca, infinito café.

Yo pensaba que era un cobro mensual, pero al enterarme de que no era el caso, pude contemplar una de las tantas escapadas al infinito que en mi disciplina se cometen a la menor oportunidad. Hay que andarse con cuidado.
 
Mirando el cambio, 1 libra Est. es $924,90 (www.sitios.cl) es casi inevitable hacer algún comentario.
Tu dices que 1,3 libras es el valor del diario, lo encuentro "carito" para nuestra realidad, porque acá se compra el mercurio del día dmgo a $600, estoy en lo cierto?. Bueno, si dices que aportan "X" individuos al fondo del café 5 a 10 libras por personas, es realmente desproporcionado si no se tiene la frecuencia del aporte, pero explicas en tu comentario que es 1 a 2 veces al año, entonces no lo es tanto, además, de que hacen rendir las libras lo hacen, (y ¿les alcanza para "quequito"?) más encima comparten el café con los becarios, son buena onda en verdad, pero no diste la información de cuantas tazas de café se toma cada uno, y cuantos son en el dpto, se me ocurre que varias y varios,¿podría ser posible que tomen la nada misma de café?, no creo, porque el frío debe invitar a tomar café, pero además debe ser de buen sabor y aroma.

Humildemente, para comparar no más, pago $1500 por el café mensual en el departamento, y siempre al final del mes andamos raspando el tarro y somos 20.

Conclusión: Está claro que el diario es el caro.
 
it seems that english mathematicians are coffee powered!! please try to have your coffee consumption under a reasonable level that allows you to sleep comfortably at an usual time...
 
Publicar un comentario

<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?