jueves, abril 27, 2006

 
En un artículo anterior puse una foto de mi escritorio allá en Brunel University. Les invito a pillar las (ja, ja) 48448 diferencias con las de mi escritorio acá en Chile, como lo muestra la imagen del lado, de un par de semanas de antigüedad.

Como siempre, si apretan el ratón encima de la imagen acá al lado les saldrá la misma pero más grande. Así podrán ver en algo más de detalle las objetos aludidos por la siguiente lista:

1. Reloj que me despertaba en el Reino Unido y una vez en Alemania. Todavía no le cambiaba a la hora chilena.
2. Libras.
3. Ahora la foto de Claudia está en un marco.
4. La bandera que me regaló Javier Véjar y que llevé a Inglaterra. La tuve siempre lista por si acaso.
5. Cuadro de recuerdo del final de mi enseñanza básica. Ya lo botaré por feo.
6. Manuel y Fabiola me regalaron este fino mosto que me supera en edad y clase social.
7. Souvenires no repartidos todavía en ese entonces.
8. Me salté el ocho.
9. Taza con té Club. Vi té marca Twinnings en Las Brisas a luca cada bolsa de diez bolsitas. Ni amarrado1.
10. Cuadro de recuerdo del final de mi enseñanza media. Es muy divertido. Parte del diseño lo cometí yo. No sé cómo es que me lo aguantaron. Le propondré a Manuel mandar a hacer un cuadro de recuerdo del final del pregrado con todo el curso. Esto es, Manuel y yo.
11. Mi adaptador de enchufe los-demás-a-Inglaterra. No se lo doné a Mr. Anwar porque aún me quedaba pica residual debido al incidente de la puerta de la lavadora. Pero sí le doné mi paquete de azúcar y mi sal.
12. Pantalla tipo versión p. Esto es, re-curva.
13. Silla de diseño colonial2.

Es natural que este tipo de inventarios se rehúse a provocar encendidas reacciones. Sin ir más lejos, ninguna carta de un tal Facundo Garrido, de Pinto, me ha llegado diciendo:

Estimado Leonardo:

Sé que quizás peque de atrevido, pero no sufriré la abstención de preguntarle: ¿Cuál de los dos escritorios prefiere? ¿El de silla colonial o el del país colonizante?

P.S: Con la ayuda de mi fiel mastín he hallado ya diecisiete de las cuarenta y ocho mil cuatrocientas cuarenta y ocho diferencias que menciona.

Y no he respondido con:

Estimado Facundo:

Pecó, pero de tramposo. Con la intervención maliciosa de un mastín cualquiera reproduce su hazaña.

Respecto a su pregunta le diré que cada uno tiene sus pro y sus contras. Por cercanía geográfica y cultural esperaría que el de Chile tuviera más contras. Más contras y más sandinistas. Pero, ¿quién sabe?


1. O quizás, precisamente, por amarrado.
2. Me imagino a su fabricante diciendo: "¿Ergono-cuánto me dijo?".


Comments:
Ayyy, otra vez tengo problemas para poner la foto en grande!!!

•••
 
Mmm, el reloj me parece conocido...
 
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