viernes, marzo 24, 2006

 
Alef

Fui a la bodega-fotocopiadora a pedir minas para el portaminas. Me pasaron un portaminas nuevo. ¿Tan malo sería mi inglés? No. Era que sencillamente todas las minas que tienen las tienen dentro de portaminas ya, y cuando se acaba la mina hay que botar el portaminas.

Mirando con atención el portaminas, claro, no hay como rellenarlo y dice en su dorso Paper Mate Non-Stop. Esto es, estos lápices son invocaciones o símbolos del imposible lápiz de escritura perpetua, de cuya inútil búsqueda son absueltos quienes saben algo de termodinámica.


Bet

El otro día, en la Iglesia, alguien me dijo Hey, I like your accent!1. Esto me recordó aquel principio de que nadie puede darse cuenta de su propio acento en otro idioma. Ese pensamiento apunta en la dirección correcta pero es ligeramente falaz, como lo expone el siguiente razonamiento que reduce este mal llamado principio a un mero corolario de una teoría bien conocida y describe su rango de validez.

Sea H el conjunto de sonidos de un idioma en el que se va a hablar (en mi caso, inglés). Sea V el subconjunto de sonidos de H que un hablante puede reproducir, que asumimos es igual al subconjunto de sonidos de H que un hablante puede reconocer (en mi caso es la intersección de los sonidos del castellano chileno más una que otra cosita alemana con los sonidos del inglés).

Sea w una palabra en H. Lo que uno realmente dice, digamos, w, es la solución del siguiente problema variacional:
Donde lo que está entre paréntesis quebrados es el producto interior de H. Esto no es más que escribir de otra manera que w es la proyección de w en V. Inmediata conclusión:Esto es, la diferencia entre lo que uno dice y debiera decir es ortogonal a los sonidos que uno puede reconocer. Esto es, uno, que testea con puros v en V, es sordo a las diferencias entre lo que uno dice y debiera decir. En el caso particular en que V=H (esto es, uno está hablando su propio idioma) ocurre que

y por lo tantoEsto es, uno pronuncia tal como es.

Esta sería la reducción de principio a corolario de la afirmación dada. Ahora, la condición de ligera falacia queda denunciada por lo siguiente: Se asumió que los subconjuntos de sonidos de H que se pueden reconocer y que se pueden reproducir son iguales. Si esto no es el caso los conjuntos de búsqueda y de prueba serán distintos y se tratará de un esquema de aproximación ya no de Galerkin, sino de Petrov-Galerkin. Son esquemas no-conformes, que, como su nombre lo indica, no dejan conforme a quien no reproduce lo mismo que distingue, pues, al poder darse cuenta de su propio acento, evidentemente estará no conforme con éste.


Guimel

La siguiente es una lista parcial de búsquedas que gente ha hecho, principalmente en el Google, y que les han llevado a este blog.

Alguien buscó pétalos de cerezo y pantalla al mismo tiempo.
Alguien quiso saber de la ministra Paulina Urrutia.
Alguien quiso saber de la estampa de María Figueroa.
Alguien quería saber acerca de la ministra Poniachik y de la minería al mismo tiempo.
Alguien buscaba fina estampa historia.
Alguien quería saber qué tenían que ver estampa y 202006.
Alguien buscaba ilustrarse de los un poco imprecisamente llamados métodos elemento finito.
Alguien quería saber de mi viejo compañero de enseñanza media Lorenzo Luengo.
Alguien quería salir a rumbear a los antros cubanos en Miami.
Alguien buscaba Leonardo Figueroa.
Alguien quería saber del ministro Martín Zilic.
Alguien, que es vivo, quería bajar gratis libro de elementos finitos.
Alguien buscaba la gigantografía más grande.
Alguien buscaba quiénes obedecían el imperativo Lisez Euler!.
Alguien muy original en portugués buscaba estampas divertidas com sapos.
Alguien con hambre y paladar con buen gusto buscaba algún restaurant de fina estampa.
Alguien, más preciso, buscó Leonardo Figueroa Candia.
Alguien que no piensa traer su auto buscó bus y Uxbridge.
Alguien buscaba y se encontró a un caballero de fina estampa.
Alguien buscó divertidos chistes, pero que tuvieran div. Los hay.
Alguien combinó estampa y Wikipedia y, ja, se encontró a su síntesis.
Alguien quería saber de Maribel Salamanca.
Alguien buscó revolución bolivariana.
Alguien quería saber del físico (en su tiempo, sinónimo con científico) Ernest Rutheford.
Alguien quería dónde Martin van Creveld mencionaba algo de Germania.
Alguien buscaba a otro que se llama como yo, pero con título nobiliario, Leonardo de Figueroa.
Alguien buscaba de los Gedeones Internacionales.
Alguien quería hallar la célebre Oda a la lechuga.
Alguien, preocupado, quería saberlo todo acerca del posible armamentismo chileno.
Alguien práctico, sin más, preguntó ¿cuánto cuesta? ¿Qué cosa? Bueno, Brunel y Uxbridge.
Alguien no tuvo miedo y buscaba acerca del método de elementos de frontera.
Alguien quería saber acerca de Alberto Eguiluz.
Alguien quería redondear su fortuna en el Ladbrooks. Como buscaba en español solamente no llegó a buen puerto así.

Pero el premio, el más notable, el que dio con el palo al gato fue alguien, presumiblemente un chileno, de Suecia. Buscó en español al antiguo parlamentario Mario Palestro, quizás recordando sus simpatías políticas o las de sus padres. Grande debe haber sido su alegría cuando se encontró con mi exhaustiva biblioteca especializada solamente en los saberes humano y angélico, bautizada en honor del sanmiguelino, inmortalizándolo de esta manera. Sigo aceptando contribuciones, especialmente en metálico.


Dalet

En este país me estoy transformando en un ultra-liberal económico, a punta de leer The Economist y en general, toda la prensa, que insinúa sin parar que quienes no lo sean terminarán como Francia.

De vuelta en Chile pónganme en cuarentena2.


1. Les parecía italiano. Quizás esto ayude a explicar por qué bebo el espresso sin azúcar.
2. Para tranquilidad de los que me quieren no he llegado al horizonte clínico sin retorno conocido como Álvaro Bardón en la literatura médica.

Comments:
Me parece muy interesante tu inusual versión del Salmo 119,pero lo que echóa perder un poco es esa foto con esa sonrisa tan de guason que te gastaste.
 
En la parte Bet,parece que estas matando con tu acento de inglés,que espero esté algo mejorado de lo que yo te escuchaba hablar.
En la parte Guimel,debiste haber dicho que a alguien se le perdio el cerebro en UK.Y otra,¿está vivo Palestro?.
 
Este artículo no pretende ser una versión del salmo 119, Cristian.

Y Palestro falleció hace varios años.
 
Sabroso el material. Valió la pena la espera de varios días después del mero link a Carlos Peña. Comentarios más específicos... más adelante. Da para harto.
 
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